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Hwang Lee explora cómo la geopolítica, la presión de EE.UU. y el “Efecto Bruselas” marcan los giros de la Ley de Plataformas en Corea del Sur.
Esta nota corresponde a una traducción al español de una publicación original de Promarket.org, de fecha 2 de septiembre de 2025. Esto se realiza en el marco de un convenio de re-publicación suscrito entre CeCo y ProMarket (Stigler Center, University of Chicago Booth School of Business).
El proyecto de Ley de Regulación de Plataformas en Línea de Corea del Sur ha dado múltiples giros en medio de la agitación política, la presión de Estados Unidos y un mercado tecnológico doméstico ferozmente competitivo. Hwang Lee explora cómo la geopolítica global, las sólidas plataformas domésticas y el “Efecto Bruselas” están reconfigurando el enfoque del país hacia la regulación digital.
El proyecto de Ley de Regulación de Plataformas en Línea de Corea del Sur (la “Ley”) ha sido objeto de amplio debate y ha sufrido numerosos cambios desde su formulación inicial en 2020. Su futuro es ahora aún más incierto, ya que la administración Trump critica los esfuerzos legislativos de Corea del Sur por regular a las grandes tecnológicas.
Existen varias razones por las cuales la Ley se ha convertido en un asunto de interés público en Corea del Sur. Primero, la economía digital ha adquirido una importancia creciente para la economía coreana. Según un estudio de la consultora Forrester en 2024, se espera que la economía digital de Corea represente un 31% de su PIB para 2028, ocupando el sexto lugar en el mundo en tamaño absoluto. Estadísticas gubernamentales recientes indican que las ventas en línea representaron más de la mitad de todas las ventas minoristas en 2024, y que el crecimiento anual de las ventas fue de un 15% en línea frente a solo un 2% fuera de línea.
Segundo, aunque se proyecta que la tasa de crecimiento de la economía coreana en su conjunto decline en el futuro, las plataformas digitales podrían constituir el medio más poderoso para superar estas limitaciones de crecimiento.
Tercero, los defensores de la Ley sostienen que la regulación es necesaria a medida que las plataformas crecen en tamaño y adquieren mayor influencia. En 2024, los ingresos de Naver, la empresa que opera el motor de búsqueda más poderoso de Corea, superaron los KRW 10 billones (USD 6,8 mil millones). Kakao, la compañía detrás de la super aplicación KakaoTalk, tenía 115 filiales a mayo de 2025. La magnitud de estas plataformas coreanas suele compararse con la de los chaebols, los conglomerados industriales familiares de Corea del Sur, que han estado sujetos a diversas regulaciones ex ante para prevenir daños competitivos.
Cuarto, existe un gran número de pequeñas y medianas empresas (pymes), especialmente en el sector minorista. Muchas se quejan de que las grandes plataformas las explotan de diversas formas, a menudo cobrando comisiones excesivas o arrebatándoles oportunidades de negocio. La protección de las pymes no es solo un asunto legal, sino también una preocupación social importante en Corea del Sur, ya que constituyen una fuente esencial de empleo. A 2023, las pymes representaban el 99% de todas las empresas y el 81% del empleo en Corea.
Quinto, muchos consumidores también reconocen que la proliferación de plataformas dominantes trae tantos problemas como beneficios, tales como precios más altos y competencia desleal. “El dinero gastado en comida a domicilio sigue aumentando,” escribió Korea JoongAng Daily, “al igual que las quejas.” El creciente descontento tanto de pymes como de consumidores constituye un asunto político importante en prácticamente todas las elecciones.
La Korea Fair Trade Commission (KFTC) está encargada de regular los abusos de posición dominante y de ventaja significativa en la negociación por parte de las plataformas. Desde que las plataformas coreanas comenzaron a crecer rápidamente a inicios de la década de 2000, ha aumentado la demanda por una mayor aplicación del derecho de la competencia, incluyendo la protección de las pymes. La KFTC ha aplicado de manera enérgica el derecho de la competencia durante las últimas décadas, tramitando más de dos mil casos e imponiendo más de KRW 200 mil millones (USD 140 millones) en sanciones cada año. Sin embargo, crecientes reclamos han exigido una regulación más estricta, dadas las limitaciones de la normativa vigente para adaptarse a la economía digital. Estos reclamos sostenían que las regulaciones existentes no contaban con herramientas suficientes para controlar las explotaciones desleales de las plataformas digitales monopolísticas sobre las pymes, como el monopolio de canales locales de distribución, comisiones excesivas, etc.
Corea del Sur no es el único país que legisla nuevas políticas de competencia para abordar la economía digital. La Unión Europea abrió el camino en este ámbito con la Ley de Servicios Digitales (Digital Services Act) y la Ley de Mercados Digitales (Digital Markets Act). Varios otros países han adoptado sus propios marcos regulatorios ex ante para abordar las preocupaciones competitivas frente a las grandes tecnológicas. El trabajo de estos países ha proporcionado a Corea del Sur modelos de regulación digital, evitando que deba comenzar desde cero. También obliga a Corea del Sur a aprobar su propia regulación digital para no quedarse atrás.
La KFTC propuso por primera vez una versión de la Ley en 2020. El proyecto se centraba en las transacciones desleales en las relaciones verticales entre las plataformas y los proveedores pymes, e imponía obligaciones de entregar copias de los contratos, especificar tipos detallados de abusos de posición de negociación ventajosa y endurecer sanciones para proteger los derechos de pymes y consumidores frente a grandes plataformas. Sin embargo, la Ley enfrentó fuerte oposición tanto de la academia como de la industria y no fue promulgada. De hecho, los opositores consideraban que el derecho de la competencia existente era suficiente para abordar las preocupaciones en los mercados locales de plataformas digitales. Argumentaban que, para mantenerse al ritmo del crecimiento de las plataformas en línea, era más importante fortalecer la capacidad de aplicación de la KFTC aumentando sus recursos humanos y financieros.
En 2022, el gobierno conservador recién electo apoyó inicialmente la autorregulación de las plataformas y, por ello, detuvo la Ley. No obstante, en octubre de 2022, un incendio en el centro de datos de Kakao Messenger impulsó una nueva legislación en medio de crecientes críticas públicas hacia las plataformas monopólicas. El gobierno consideró que el incendio fue resultado de la inacción de la empresa, agravada por la estructura monopólica del mercado. La nueva propuesta legislativa, a diferencia de la anterior, designaba a las plataformas de cierto tamaño como sujetas a la regulación de conductas exclusorias específicas, tales como la autopreferencia y las restricciones de multihoming (uso simultáneo de varias plataformas por parte de los usuarios). Este proyecto también fue fuertemente rechazado por la academia, la industria y el gobierno de EE.UU., por las mismas razones que en 2020.
En septiembre de 2024, la KFTC adoptó un nuevo enfoque, que consistía en enmendar el derecho de la competencia existente para regular las plataformas, en lugar de promulgar una nueva ley completa. La enmienda propuesta no especificaba de antemano qué plataformas quedarían sujetas a la nueva regulación y reducía significativamente el alcance de las conductas prohibidas, permitiendo a las plataformas justificar su conducta mostrando eficiencias u otros efectos compensatorios. Este enfoque fue visto como un compromiso entre el derecho de la competencia existente (considerado insuficiente) y la Ley de Mercados Digitales (considerada demasiado gravosa).
Aunque la KFTC ha suavizado su propuesta desde 2020, la Asamblea Nacional, órgano legislativo de Corea del Sur, ha tomado la dirección opuesta. El partido progresista de oposición ha defendido consistentemente la promulgación de una ley especial de competencia en la Asamblea Nacional. A fines de 2024, había 17 proyectos de ley promoviendo regulación ex ante pendientes en la Asamblea Nacional. Debido al conflicto entre la Asamblea Nacional y la KFTC, la acción legislativa permanece estancada.
El proyecto de septiembre de 2024 de la KFTC para enmendar la normativa vigente en lugar de crear una nueva regulación, suele considerarse un compromiso entre la influencia regulatoria global de la Unión Europea —conocida como el “Efecto Bruselas”— y la naturaleza de la competencia doméstica. Una de las razones por las cuales la academia y la industria coreanas se han opuesto a nuevas leyes sobre las plataformas digitales es que la estructura del mercado de plataformas y la dinámica de la competencia en Corea son fundamentalmente diferentes de las de Europa, y no requieren una regulación ex ante especial. Es decir, Corea no sería un lugar adecuado para aplicar la Ley de Mercados Digitales de la UE. De hecho, el mercado de plataformas en Corea es altamente competitivo en muchos ámbitos. Por ejemplo, en el comercio electrónico, las plataformas en línea compiten no solo entre ellas, sino también con las tiendas físicas tradicionales. Ambos frentes competitivos son intensos. Además, plataformas chinas como AliExpress y Temu están penetrando rápidamente en el mercado coreano de comercio electrónico. El mercado de motores de búsqueda en internet en Corea ha estado dominado durante mucho tiempo por Naver, pero la cuota de mercado de Google se acercó al 40% en 2024, ya que las generaciones más jóvenes dependen cada vez más de los teléfonos móviles. Frente a esta competencia feroz, las plataformas coreanas reconocen las limitaciones del estrecho mercado doméstico y buscan expandir sus operaciones a nivel global.
Asimismo, a diferencia de la UE, las empresas nacionales siguen liderando la mayoría de los mercados digitales en Corea, como la búsqueda en internet, el comercio minorista y el reparto de comida, a pesar del aumento de la competencia de plataformas estadounidenses y chinas. La cuota de mercado de las grandes tecnológicas extranjeras en la mayoría de las industrias sigue siendo pequeña en comparación con otros países. Por ejemplo, según estadísticas del gobierno coreano, Naver representaba un 52,7% del mercado de motores de búsqueda, Baemin un 64,9% del mercado de reparto de comida y Coupang un 38,6% del comercio electrónico a fines de 2023.
Debido a esta estructura de mercado única y a la competencia global intensa, existen preocupaciones de que la introducción de regulaciones adicionales ex ante distorsione el panorama competitivo digital y perjudique desproporcionadamente a las plataformas coreanas en lugar de a las extranjeras. Además, la KFTC ya regula estrictamente las plataformas digitales conforme a las reglas del derecho de la competencia tradicional, así como a las prácticas comerciales desleales, cuyo ámbito regulatorio es mucho más amplio. Por lo tanto, la regulación de las plataformas se lograría mejor mediante una aplicación vigorosa y continua del derecho de la competencia vigente, acompañada, si es necesario, de un aumento de personal y presupuesto.
Jamieson Greer, Representante de Comercio de EE.UU. bajo el presidente Donald Trump, criticó públicamente el proyecto de Ley de Corea del Sur el 6 de febrero. Sostuvo que esta discrimina a las plataformas estadounidenses y que los gobiernos extranjeros no deben regular a las empresas estadounidenses. Aunque Greer no especificó qué parte de la propuesta legislativa parecía discriminatoria, el argumento contrasta con las preocupaciones de las plataformas coreanas respecto del posible impacto de una “discriminación inversa” sobre ellas mismas.
En respuesta, el presidente de la KFTC, Han Ki-Jeong, enfatizó que el proyecto de ley tiene un alcance regulatorio más limitado y menos sanciones que la Ley de Mercados Digitales, y que no discrimina contra las plataformas extranjeras. Al mismo tiempo, señaló que la KFTC “respondería adecuadamente para evitar que el proyecto de ley se convierta en un asunto comercial desde la perspectiva del interés nacional”.
Más recientemente, en julio, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes de EE.UU. envió una carta al gobierno coreano expresando preocupación por una posible discriminación. En respuesta, la KFTC prometió un trato equitativo a las plataformas estadounidenses. No obstante, Trump advirtió el 25 de agosto sobre la imposición de aranceles adicionales significativos contra los países que regulen digitalmente a las plataformas estadounidenses. Expertos en competencia y responsables de políticas interpretaron la advertencia como dirigida al proyecto de Ley de Regulación de Plataformas de Corea.
Las propuestas de regulación de plataformas en Corea han sido objeto de controversia durante muchos años, y ahora la administración Trump se ha convertido en el factor definitorio al respecto. Dada la significativa influencia de la administración Trump sobre la política económica de Corea, se espera que el gobierno coreano considere el proyecto de manera más cauta (es decir, sin comprometerse plenamente) en el futuro.
Aunque el nuevo presidente Lee Jae Myung, investido el 4 de junio de 2025, prometió durante la campaña presidencial introducir la Ley de Regulación de Plataformas en Línea, está por verse si continuará en esa dirección. El nuevo gobierno parece estar negociando con el gobierno de EE.UU. para minimizar la posibilidad de fricciones comerciales. El futuro y el contenido de la Ley se determinarán por el resultado de la negociación comercial así como de la discusión doméstica. En cualquier caso, el objetivo general será promover una competencia de mercado vigorosa y el crecimiento de la economía digital y de las plataformas de Corea.
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Los artículos representan las opiniones de sus autores, no necesariamente las de la Universidad de Chicago, la Booth School of Business o su cuerpo académico.