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Competencia en una economía digital

Competencia en una economía digital

8.11.2019

Entre 2018 y 2019, la autoridad de competencia de Reino Unido (CMA) ha enfrentado varios casos relevantes en materia de economía digital, adaptando sus análisis a este nuevo contexto. Respecto a operaciones de concentración, la agencia ha enfatizado no solo el efecto de las mismas en los precios, sino también en otras variables competitivas -como la innovación y la experiencia de consumidores- y ha propuesto proyectar escenarios contrafactuales más generosos. Estos aspectos, sin embargo, no se apartan del enfoque de la evaluación competitiva estándar de otro tipo de industrias. 

La síntesis de tres de sus decisiones fue publicada el pasado octubre, en un artículo económico de profesionales de la CMA. La publicación aborda dos fusiones: la concentración de plataformas digitales Experian/ClearScore y la fusión de cadenas de supermercados Sainsbury’s/Asda, con riesgos para el comercio online. El tercer caso, en el ámbito de protección de consumidores, trató las prácticas de sitios web de reservas hoteleras que podían explotar los sesgos conductuales de sus consumidores. En todos ellos, la agencia cumplió un rol proactivo: ambas fusiones fueron evaluadas negativamente y las plataformas de reservas en línea debieron modificar sus conductas de acuerdo con las pautas de la agencia.  

En la región, algunas agencias han comenzado a dar sus propios pasos por la senda digital – aunque todavía de manera incipiente. Por esta razón, puede ser ilustrativo detenerse en la experiencia de otras jurisdicciones reconocidas en el área. 

En términos generales, a propósito del caso Experian/ClearScore, la CMA propondría proyectar con mayor libertad escenarios futuros alternativos cuando se trata de mercados digitales. Por tratarse de industrias cambiantes, la autoridad debe ser más generosa en su análisis de la situación contrafactual, extendiendo el tiempo y las posibilidades imaginables. Por cierto, este ejercicio debe basarse en evidencia objetiva y confiable.

En el artículo, los autores señalan: “El ejercicio estándar de determinar el contrafactual –que consiste en asumir que nada cambiará en ausencia de la fusión– dista de ser apropiado en una industria de cambios rápidos y en la cual las firmas adquiridas son a menudo jóvenes start-ups”.

Además, dado que los servicios suelen ser ofrecidos de manera gratuita al usuario final, la CMA recomienda abordar este tipo de casos con teorías de daño centradas en elementos distintos del precio. En plataformas digitales, la disminución de la innovación o de los incentivos a mejorar la experiencia de los consumidores pasarían a un primer plano como variables competitivas potencialmente afectadas.

Por su parte, la fusión Sainsbury’s/Asda fue bloqueada por la autoridad inglesa al cabo de la Fase 2 de análisis. La extensa evaluación competitiva de la operación debió hacerse cargo de múltiples aspectos del negocio de las empresas, dado el carácter de los actores, la variedad de rubros cubiertos y el volumen de la evidencia recopilada. 

En lo que interesa destacar aquí, la agencia desarrolló teorías de daño especialmente pensadas para el canal de compras de mercadería online. Detectó riesgos unilaterales de alza en precios de servicios de las suscripciones o de empeoramiento de la calidad en los sitios web y la calidad de las apps, asociados a la posición de ambos supermercados en este canal de venta. En efecto, tres actores concentraban el 90% de la oferta en varias áreas de Reino Unido, lo que sumado a la transparencia en precios que otorga internet, según la autoridad, volvían el ambiente propicio para riesgos de coordinación.

En este caso, la agencia inglesa también se valió de las herramientas cuantitativas que ha desarrollado para medir la cercanía competitiva de los actores, refinando sus umbrales en indicadores cuantitativos de presión al alza en precio. 

Los mercados digitales representan nuevos desafíos para el derecho de competencia y el derecho de consumidor. La discusión sobre las mejores formas de abordar el fenómeno enfrenta a académicos, autoridades, empresas y consumidores. Algunas agencias, como la CMA inglesa ha dado pasos significativos, ajustando sus propias herramientas cuando esta nueva realidad así lo requiere, pero manteniendo el marco general de análisis en materia de operaciones de concentración. 

Para medir los efectos competitivos de una fusión, la CMA despliega su análisis centrada en la noción de teorías de daño y así determinar la plausibilidad de una reducción sustancial a la competencia (SLP, por sus siglas en inglés). Para probar cada teoría de daño, analiza si existe habilidad e incentivo de parte de las empresas concentradas para afectar alguna de las variables competitivas tras la fusión. En Chile, el estándar legal es prácticamente el mismo que el del sistema inglés, y la FNE se ha valido del esquema de teorías de daño en varias oportunidades (Ver, por ejemplo, las operaciones Essilor/Luxottica (2018) y Turner/CDF (2018)).

El artículo comentado en esta nota fue redactado por profesionales que trabajan en la agencia y puede consultarse en el vínculo a continuación. 

 

Enlaces relacionados:

San Sau Fung, Jenny Haydock, Alex Moore, James Rutt, Robert Ryan, Mike Walker, Ian Windle, ‘Recent Developments at the CMA: 2018–2019’. Ver aquí

CMA – Comunicado de prensa del caso Experian/ClearScore. Ver aquí

CMA – Comunicado de prensa del caso Sainsbury’s/Asda. Ver aquí

CMA – Comunicado de prensa del caso Hotel Online Booking. Ver aquí 

Julio Tapia O.