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Si 2010 fue “la década del litio”, la segunda mitad de los 20 empieza a perfilarse como “la era del cobre”. La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) proyecta que la demanda del metal rojo crecerá entre 30 % y 50 % hacia 2040, según el escenario de descarbonización que finalmente adopte el planeta (IEA, 2025). Vehículos eléctricos, IA, expansión de líneas de transmisión y redes 5G son devoradores de conductores de alta eficiencia. Consciente de esa ola, el 9 de septiembre Anglo American y Teck Resources anunciaron una fusión de iguales por US$ 53.000 millones, que concentraría más de 70 % de los ingresos del grupo en cobre y generaría sinergias anuales cercanas a US$ 800 millones a partir del cuarto año (Angloamerican, 2025).
El nuevo gigante—bautizado informalmente como “Anglo Teck”—tendrá que convencer a autoridades tan dispares como Indecopi, la FNE chilena, el Competition Bureau canadiense y la SAMR china, de que la operación no reducirá competencia efectiva en ninguno de sus mercados clave.
Apoyándonos de las cifras públicadas para el 2024 por las respectivas plataformas de AngloAmerican y Teck Resources, así como el Boletín Estadístico Minero para diciembre 2024 del Ministro de Energía y Minas de Perú, es posible estimar un valor preliminar para el índice HHI, el cual representa la participación en la producción nacional de cobre antes y después de la fusión.
Tabla 1 . Producción nacional de cobre 2024
Empresa | Producción de cobre (2024) en % | Producción en Toneladas Métricas Finas (TMF) |
---|---|---|
Cerro Verde | 16,4 | 448.728,60 |
Antamina | 15,9 | 435.047,85 |
Southern | 15,2 | 415.894,80 |
Las Bambas | 11,7 | 320.129,55 |
Quellaveco | 11,2 | 306.448,80 |
Chinalco | 7,5 | 205.211,25 |
Antapaccay | 5,3 | 145.015,95 |
Otros | 16,7 | 456.937,05 |
Total | 2736150 |
Elaboración propia
Fuente: Boletín Estadístico Minero del MINEM
El mercado peruano de cobre se reparte en siete grandes proyectos mineros. Según el Boletín Estadístico Minero del MINEM, Cerro Verde, Antamina y Southern concentran cada uno alrededor de 16%–15% del metal fino nacional; les siguen Las Bambas (11,7%), Quellaveco (11,2%), Chinalco y Antapaccay. Juntas, esas unidades ya explican más del 80% de las 2,74 Mt TMF que el país produjo en 2024, mientras que las 20-y-tantas minas restantes se reparten un discreto 16,7% (Gráfico 1).
Al acercar el zoom a esos dos gigantes, aparece el mosaico societario que sostiene la producción: Antamina funciona como un joint venture (JV) donde se sientan BHP y Glencore (33,75% cada uno), Mitsubishi (10%) y Teck (22,5%); Quellaveco, por su parte, pertenece en un 60% a Anglo American y en un 40%—de nuevo— a Mitsubishi (Gráfico 2). Dos detalles saltan a la vista. Primero, Mitsubishi ya es el único inversionista cruzado en ambos proyectos, lo que le otorga una posición bisagra en los directorios. Segundo, la futura fusión Anglo American + Teck unirá por vez primera a dos socios hoy sentados en mesas distintas, reforzando su voz dentro de dos de las cinco minas más grandes del país.
Tabla 1. Estructura accionarial de Antamina y Quellaveco
Empresa | Grupo empresarial | Participación (%) | Producción en Toneladas Métricas Finas (TMF) |
---|---|---|---|
Antamina | BHP | 33,75 | 146.828,65 |
Glencore | 33,75 | 140.364,50 | |
Mitsubishi | 10 | 32.012,96 | |
Teck | 22,5 | 68.950,98 | |
Total | 100 | ||
Quellaveco | Anglo American | 60 | 183.869,28 |
Mitsubishi | 40 | 82.084,50 | |
Total | 100 |
Elaboración propia
Si se suman las toneladas finas que cada grupo controla en esos JVs, el retrato corporativo cambia de escala: la nueva Anglo Teck pasaría a comandar ≈ 253 kt TMF, prácticamente el doble de BHP (147 kt) o Glencore (140 kt) y muy por encima de los ya significativos 114 kt que Mitsubishi colecciona como accionista minoritario (ver Gráfico 3). Dicho de otra forma, la fusión crearía al primer socio individual dentro de Antamina y Quellaveco y, de paso, situaría al grupo resultante en torno al 9 % de la producción cuprífera nacional—un peldaño completo por encima de cualquier otro accionista pero aún lejos de los umbrales estructurales del 30 % que marcan la “luz roja” en el control previo peruano.
Tabla 1. Producción atribuible por grupo empresarial
Grupo empresarial | Producción en Toneladas Métricas Finas (TMF) |
---|---|
BHP | 146.828,65 |
Glencore | 140.364,50 |
Mitsubishi | 114.097,46 |
Anglo Teck | 252.820,26 |
Elaboración propia
Atribuyendo a cada grupo su participación efectiva —60% de Quellaveco para Anglo y 22,5% de Antamina para Teck— el HHI pasa de ≈ 1.872 (situación actual) a ≈ 1.970 tras la fusión, un aumento de + 98 puntos que se mantiene por debajo del umbral duro que la Ley 31112 suele considerar “crítico” (Δ ≥ 150 y cuota final ≥ 30 %), aunque las estimaciones pueden verse afectadas por decisiones metodológicas del Indecopi. En particular, (i) si Indecopi opta por imputar a la fusionada el 100% de Antamina (y no solo el 22,5%), la cuota combinada rozaría 21% y el Δ HHI se acercaría al umbral de 150 puntos; (ii) una definición de mercado más estrecha —por corredor logístico o tipo de concentrado— encogería el denominador y elevaría el índice; y (iii) las expansiones anunciadas (Antamina 2.0, de-bottlenecking de Quellaveco) no se reflejan aún en las cifras 2024 y podrían empujar la cuota por encima del 30 % cuando entren en plena operación.
A continuación se revisan 4 puntos relevantes que podrían ser abordados por Indecopi en el análisis competitivo.
En minería se parte de la premisa de que el cobre es un commodity global: el concentrado cruza océanos y los precios se fijan contra el London Metal Exchange (LME). Sin embargo, la experiencia regulatoria demuestra que las agencias de competencia pueden aislar segmentos geográficos o de calidad y exigir remedios aun cuando las cuotas globales parezcan inofensivas. El precedente Glencore/Xstrata (2012) es el caso-escuela: la Comisión Europea concluyó que la fusión daría a la nueva empresa “un grado significativo de influencia” en zinc metal dentro del Espacio Económico Europeo (EEE) y obligó a desprender la participación (7,8%) y el contrato de offtake con Nyrstar para preservar la rivalidad regional
Trasladado a Perú, Anglo Teck concentraría ≈14% del cobre nacional y apenas 5% mundial —por debajo de gigantes como Codelco o BHP—, pero el test no termina ahí: Indecopi podría aplicar la lente “micro-regional” recomendada por la OECD Critical Minerals Market Review 2023, que muestra que la concentración en corredores logísticos puede triplicar la cifra país cuando pocas minas comparten puertos, energía y ductos. Bastaría que la autoridad defina el mercado como “concentrado producido en la cuenca sur-andina con acceso a Matarani/Ilo” para que el HHI supere cómodamente el umbral de alerta. Con 14% en Perú y ~5% global —menos que Codelco, BHP o Freeport— Anglo Teck no gatilla alarmas estructurales, aunque podría verse obligada a probar elasticidad de oferta y contestabilidad.
La operación aglutina a Anglo (60% Quellaveco) y a Teck (22,5% Antamina) dentro de dos directorios donde ya se sientan BHP y Glencore. Ese “club” de cuatro majors —con un historial de co-inversiones globales— eleva el riesgo de intercambio de información sensible o de alineamiento tácito de planes de producción. En Glencore/Xstrata, Bruselas impuso firewalls en los comités de marketing y prohibió que ejecutivos de Glencore accedieran a datos comerciales de Xstrata . Nada impide que Indecopi, en coordinación con la FNE y la SAMR, exija un paquete parecido: murallas de información, gobernanza separada y reportes periódicos de compliance.
Mientras la cuota de mercado mira la venta de cobre, el monopsonio observa lo contrario: la compra de insumos críticos. Ilo y Matarani canalizan casi todo el concentrado de Quellaveco y de las minas del sur; en Moquegua y Áncash el suministro eléctrico depende de dos grandes generadores (ENGIE y Kallpa) y las licencias de agua son limitadas. La nueva Anglo Teck se convertiría en el primer cliente individual de esa infraestructura; podría, en teoría, presionar precios o condicionar la entrada de terceros. Las Merger Guidelines 2023 del DOJ-FTC dedican un capítulo a los efectos monopsonio y legitiman remedios cuando la “buyer power” desincentiva inversión aguas arriba.
El Perú necesita al menos un gran proyecto nuevo cada dos-tres años —Zafranal, Tía María, Los Calatos— para evitar que la producción nacional se estanque en los 2,7 Mt (Gestión, 2025). Al fusionar dos de los competidores naturales en las próximas licitaciones, la operación puede reducir la presión competitiva ex-ante. El episodio del JV BHP–Rio Tinto (Pilbara, 2010) lo ilustra: Bruselas abrió investigación formal, el ACCC australiano denunció pérdida de rivalidad y las partes terminaron retirando la operación antes de un veto probable. El mensaje que quedó en la industria es claro: cuando la fusión elimina un “postor inevitable” en la próxima tanda de proyectos, la vara para aprobarla sube varios centímetros.
Mercado relevante. La primera tarea de la Comisión de Defensa de la Libre Competencia será dibujar el “mercado” que realmente importa. ¿Analizará el concentrado –que sale en buques rumbo a fundiciones asiáticas– o el cátodo refinado que llega al puerto del Callao? ¿Dividirá la geografía entre un corredor sur-andino (Matarani/Ilo) y uno centro-andino (Chimbote/Callao) como sugiere la OECD Critical Minerals Market Review 2023? De ese trazo dependerá que el índice de concentración (HHI) se dispare o permanezca dócil.
Cuotas & HHI. Con los números de 2024 el HHI nacional subiría de 1.872 a 1.970 (+98 pts), muy por debajo del umbral estructural de 30 % de cuota y +150 pts que Indecopi suele tomar como “luz roja”. Pero la Ley 31112 autoriza a la autoridad a abrir Fase II simplemente por la complejidad del joint-venture Antamina o si la definición de mercado se estrecha. En su página oficial, el propio Indecopi recuerda que toda operación que supere 118.000 UIT (US$ 187 millones aprox) agregadas y 18.000 UIT (US$ 28 millones aprox) para, al menos, dos partes debe ser evaluada caso por caso (gob.pe).
Entrada y expansión. El regulador no mirará solo la foto de hoy, sino la película que viene: el portafolio MINEM 2025-2030 incluye ampliaciones como Antamina 2.0 y los greenfields Haquira (First Quantum) y Los Calatos (Hampton Mining) por un total superior a US$ 10.000 millones. Si Anglo Teck aparece como postor inevitable en alguno de esos proyectos, la operación podría verse como “pérdida de competidor potencial”.
Eficiencias verificables. Anglo y Teck prometen US$ 800 millones anuales de sinergias –en compras de energías renovables, gestión de relaves y optimización comercial– hacia el cuarto año posterior al cierre. Indecopi exige que esas eficiencias sean (i) cuantificables, (ii) específicas de la fusión y (iii) trasladables, al menos en parte, al mercado peruano. Una auditoría independiente sobre tarifas eléctricas o uso de agua en Moquegua y Áncash podría ser parte del analisis.
Remedios potenciales. Si en Fase II quedara algún filo anticompetitivo, el abanico de remedios ya es conocido en minería: (I) Firewalls estrictos dentro de Antamina para separar la información comercial de BHP/Glencore de la de Anglo Teck (calcado de Glencore/Xstrata), (II) Compromiso de capacidad spot en puertos y mineroductos –cláusula que la FNE chilena incluyó en el JV Codelco-SQM 2025 para litio, (III) Venta o cesión parcial de offtake si la autoridad teme cierre de mercado aguas abajo (remedio que China impuso a Glencore con Las Bambas).
Los grandes casos mineros rara vez se juzgan en solitario. FNE (Chile), Competition Bureau (Canadá) y SAMR (China) intercambian teorías de daño y, a menudo, copian condiciones.
FNE acaba de aprobar el JV Codelco-SQM condicionado a, entre otras cosas, un paquete de firewalls y clean teams: se prohíbe a la sociedad conjunta y a sus accionistas compartir “Información Restringida” con terceros ajenos a sus respectivos grupos y se obliga a directores y ejecutivos a firmar declaraciones de confidencialidad; además, la Joint Venture deberá remitir reportes periódicos a la Fiscalía Nacional Económica detallando cualquier intercambio permitido de información sensible.– una receta fácilmente replicable si ve riesgos de información cruzada en Antamina. Por su lado, SAMR suele añadir un ángulo de “seguridad de suministro”; en Glencore/Xstrata exigió la venta de Las Bambas para garantizar concentrado a fundiciones chinas. Un cupo de offtake obligatorio no sería sorpresa. Finalmente, Canadá –sede de Teck– pone el foco en “net benefit” y puede presionar para que la sede de marketing de cobre siga en Vancouver.
La moraleja es simple: lo que Anglo Teck ofrezca en un país terminará sobre la mesa del otro. Coordinar mensajes, sustentar eficiencias con números auditables y delinear un remedio multijurisdiccional –antes de que cada agencia redacte su pliego de preguntas– no es un lujo, sino prudencia competitiva.
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