Newsletter
Suscríbete a nuestro Newsletter y entérate de las últimas novedades.
El próximo inicio de operaciones del terminal portuario de Chancay genera grandes expectativas e importantes retos. Uno de éstos tiene que ver con los impactos que tendrá sobre la competencia con otros puertos del país e incluso con aquellos de la costa oeste de Sudamérica, y con las implicancias que ello tendría sobre la regulación de tarifas.
La probabilidad que se reduzca el poder de mercado de cada puerto es mayor con el ingreso del puerto de Chancay, debido a la importante reducción de las restricciones en la capacidad operativa portuaria en la zona central del país, que aún depende de los terminales de El Callao. No obstante, debe evaluarse los costos y tiempos que enfrentan los dueños de la carga, para trasladar las mercancías a los puertos de El Callao en comparación con Chancay, pues el caótico transporte terrestre podría limitar la competencia.
«El Puerto de Chancay generará un impacto significativo en la estructura competitiva del mercado portuario peruano, ya que introduciría un nuevo nivel de competencia que desafiará la concentración histórica del Terminal Portuario de El Callao.»
Al tratarse de un puerto de uso público debe estar bajo la supervisión de OSITRAN. Sin embargo, la regulación tarifaria, al ser excepcional, requiere previamente determinar si los servicios básicos del puerto enfrentarán competencia de otros terminales, básicamente los referidos a la carga transportada mediante contenedores (lo que implica una adecuada definición del mercado relevante). Para ello, es indispensable un estudio sobre las condiciones de competencia que debería publicar INDECOPI como autoridad responsable.
Dicho análisis debe considerar tanto a Chancay como a los puertos comparables, particularmente los dos terminales de El Callao: Muelle Sur y Muelle Norte. Si el estudio concluye que habrá competencia entre los puertos, además de no proceder la regulación de tarifas por dichos servicios en el terminal de Chancay, se justificaría la desregulación de tarifas en los terminales de El Callao. Al respecto, de acuerdo con OSITRAN, los dos terminales de El Callao están próximos a una revisión tarifaria programadas para el Muelle Norte (APM) en 2026 y para el Muelle Sur (DPW) en 2025.
De acuerdo con el artículo 18 del Reglamento General de Tarifas del OSITRAN, dichas revisiones deben incluir un análisis de competencia de los servicios regulados, pues la regulación podría ser innecesaria si se verifica suficiente competencia en el mercado.
Actualmente, según la Autoridad Portuaria Nacional, las participaciones de mercado según la cantidad de TEU movilizados por terminal indican que DPW continúa ejerciendo una posición dominante, con una participación al 2023 del 52.62%. En contraste, APM registra una participación del 35.73%. Sin embargo, se espera que las navieras de la Ocean Alliance (donde Cosco es una de las integrantes), transfieran la totalidad de sus operaciones al Terminal Portuario de Chancay (TPCH). Esto permitiría al nuevo terminal captar un 20% del mercado en 2025, con crecimiento sostenido. No obstante, los contratos vigentes limitarán la sustitución en los primeros años.
El Puerto de Chancay generará un impacto significativo en la estructura competitiva del mercado portuario peruano, ya que introduciría un nuevo nivel de competencia que desafiará la concentración histórica del Terminal Portuario de El Callao. En servicios como amarradero y embarque/desembarque de TEU, se proyecta una reducción en la concentración de mercado, equilibrando la dinámica competitiva. Este escenario sería favorable para avanzar hacia la desregulación tarifaria.
Por último, la probable desregulación no implicaría que OSITRAN se despreocupe del tema. Al contrario, debería mantenerse un monitoreo constante, con la posibilidad de reactivar la regulación ante conductas no competitivas.
*Columna originalmente publicada en el Diario Gestión de Perú.