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El lunes pasado finalizó el juicio entre las compañías Apple y Epic Games, después de tres semanas de audiencia ante la jueza federal del Distrito Norte de California, Yvonne Gonzalez.
La disputa entre las compañías ha adquirido una extensa atención alrededor del mundo luego de que, en agosto del 2020, Epic demandara a la gigante tecnológica por mantener ilegalmente monopolios en los mercados de distribución de aplicaciones y de procesamiento de pagos en su sistema operativo iOS.
El juicio inició el 3 de mayo con el testimonio del CEO de Epic Games, Tim Sweeney, quien acusó a Apple de haber rechazado injustamente su tienda de aplicaciones y de establecer políticas anticompetitivas en su App Store que le habrían costado a Epic millones de dólares.
El viernes 21 fue el turno de Tim Cook, CEO de Apple, quien defendió las políticas de su empresa, argumentando que estas buscaban resguardar la privacidad y seguridad de sus usuarios.
Es probable que sentencia tarde unos meses en ser dictada “esperemos que antes del 13 de agosto”, indicó Gonzalez el viernes pasado y que la decisión sea apelada, por lo que este podría ser solo el primer capítulo de una larga disputa. A continuación, explicamos sus claves.
Epic Games es una empresa estadounidense de desarrollo de videojuegos. El año 2017 lanzó al mercado el popular videojuego Fornite, el cual puede ser descargado y jugado de manera gratuita en computadores, consolas -Xbox, PlayStation y Nintendo Switch- y aparatos móviles de Google y Apple. Epic genera ganancias al ofrecer a los jugadores de Fornite la opción de elegir nuevos personajes y personalizar su vestimenta y movimientos de baile.
El 13 de agosto del 2020 Epic Games publicó una actualización de Fornite en la que ofrecía a los jugadores de aparatos iOS la posibilidad de hacer compras dentro de la aplicación, eludiendo la plataforma de pago de Apple. Los usuarios que optaran por este medio de pago directo a Epic Games, se ahorrarían un 20% del precio.
Lo anterior, violaba las reglas de la App Store de Apple, compañía que exige a los desarrolladores utilizar su sistema de compra dentro de las aplicaciones para la distribución de contenido digital pagado (in-app purchase system, “IAP”), cobrando un 30% de comisión por todas las suscripciones compradas mediante el IAP (el denominado, “impuesto de Apple”).
El cambio de Epic Games no se limitó únicamente a la versión iOS de Fornite, sino que también se aplicó a la de Android, desafiando a su vez, las normas y tarifas de la Play Store de Google.
En respuesta a Epic, tanto Apple como Google eliminaron a Fornite de sus tiendas de aplicaciones. En el caso de los aparatos Android, el juego se encuentra disponible en las tiendas de terceros por lo que sus usuarios aún pueden utilizarlo.
El mismo día de la remoción de Fornite de las tiendas de aplicaciones, Epic Games interpuso una demanda en contra de Apple y otra en contra de Google, acusando a las compañías de mantener ilegalmente monopolios en la distribución y pago de aplicaciones en sus respectivas plataformas móviles.
Sumado a la acción judicial, Epic lanzó una campaña en redes sociales con el hashtag FreeFornite y satirizó un comercial de Apple del año 1984 que promocionaba la compra de su computador Macintosh, mediante una analogía del poder de mercado de IBM con el de Big Brother, personaje de la novela distópica “1984” de George Orwell.
De acuerdo con Epic, las gigantes tecnológicas violarían la sección 1 y 2 de la Sherman Act, mediante la imposición de restricciones arbitrarias tanto técnicas como contractuales en la venta de aplicaciones en App Store y Google Play Store.
El 3 de mayo pasado inició el juicio entre Apple y Epic, se espera que el de Google también comience este año.
En su demanda, Epic Games acusó a Apple de realizar una serie de prácticas anticompetitivas para perpetuar su monopolio en: (i) el mercado de distribución de aplicaciones iOS y (ii) en el mercado de procesamiento de pagos dentro de aplicaciones iOS.
1. El mercado de distribución de aplicaciones iOS
De acuerdo con la demandante, este mercado se encontraría compuesto por los canales mediante los cuales se distribuyen aplicaciones para los usuarios de aparatos iOS. Uno de estos canales corresponde a las tiendas de aplicaciones.
En su demanda, Epic explica que las tiendas de aplicaciones son para sistemas operativos específicos, por lo que distribuyen solo aquellas aplicaciones que son compatibles con el sistema operativo móvil en el que estas se ubican.
A juicio de la demandante, Apple tiene un monopolio en el mercado de distribución de aplicaciones iOS. Lo anterior, ya que su App Store es el único canal mediante el cual los desarrolladores pueden distribuir sus aplicaciones a usuarios iOS.
De acuerdo con Epic, Apple no enfrenta restricciones a su poder. Aquellas plataformas que distribuyen aplicaciones no iOS no son compatibles con los aparatos que utilizan este sistema operativo. Por su parte, los desarrolladores necesitan vender sus aplicaciones dispositivos iOS, no siendo rentable perder a estos usuarios.
En cuanto a las conductas anticompetitivas acusadas por Epic, la compañía indica que Apple impone restricciones técnicas y contractuales que carecen de justificaciones procompetitivas.
Respecto a las restricciones técnicas, según la demandante, Apple impide que los usuarios de iOS descarguen tiendas de aplicaciones o aplicaciones directamente desde páginas web. En consecuencia, tanto consumidores como desarrolladores están obligados a utilizar la App Store de Apple. Además, Epic acusa a Apple de preinstalar su App Store en todos sus dispositivos, impedir su eliminación e imposibilitar la instalación de tiendas competidoras.
Por otro lado, Apple impone restricciones contractuales que, a juicio de Epic, cierran la competencia en el mercado de distribución de aplicaciones iOS. La compañía condiciona el acceso a su sistema operativo a que los desarrolladores firmen un contrato de adhesión (Apple’s Developer Agreement) que les exige distribuir sus aplicaciones únicamente mediante la App Store de Apple y, además, les prohíbe distribuir o crear tiendas de aplicaciones que podrían competir con aquella.
A juicio de la demandante, no existen justificaciones procompetitivas para las conductas de Apple. Esta última justifica el bloqueo de plataformas de distribución de aplicaciones de terceros argumentando que es necesario para la privacidad y seguridad de sus usuarios. Sin embargo, Epic alega que una simple comparación con como la compañía maneja los softwares de terceros en sus computadores (como Mac o MacBook), dan cuenta de lo infundado de dicho argumento.
Apple permite que los usuarios de sus computadores accedan a diversos canales de distribución para descargar aplicaciones de softwares, e incluso admite hacerlo de manera directa desde sitios web de desarrolladores o desde tiendas que compiten con su App Store. Epic considera que no existe razón legítima para que no ocurra lo mismo en los aparatos móviles de Apple.
2. El mercado de procesamiento de pagos dentro de aplicaciones iOS.
En su demanda, Epic señala que Apple posee el monopolio del mercado de procesamiento de pagos dentro de aplicaciones. Este mercado, abarcaría todas las opciones de pago a las que los desarrolladores iOS podrían acudir e integrar en sus aplicaciones para procesar compras dentro de las mismas.
Epic explica que, en tanto “guardián” (gatekeeper) de la App Store, Apple condiciona ilegalmente su acceso a que los desarrolladores utilicen su sistema de pago, cobrando un 30% de comisión por todas las compras que se realizan dentro de las aplicaciones. Según Epic, el costo de herramientas electrónicas de pago alternativas puede ser hasta un décimo más baratas que las de Apple.
En concreto, Epic acusa a Apple de imponer limitaciones no razonables a los desarrolladores y de mantener de manera ilegal su monopolio en el mercado de procesamiento de pagos dentro de aplicaciones iOS mediante una serie de conductas anticompetitivas, incluyendo restricciones contractuales y normativas, sin que existan justificaciones pro competitivas para ello.
Aquellos desarrolladores que busquen distribuir sus aplicaciones en la App Store, deben seguir la Guía de revisión de App Store o se arriesgan a que su aplicación sea rechazada o expulsada de la App Store. La Guía, condiciona el acceso a la App Store al uso del sistema de pago de Apple para comprar contenido dentro de las aplicaciones. Además, prohíbe que los desarrolladores informen a los usuarios acerca de opciones de pago fuera de la aplicación o que desincentiven el uso del sistema de Apple.
Según Epic, lo anterior carece de justificaciones procompetitivas. Apple no exige el uso de su sistema de pago a empresas como Amazon y Uber, lo que, de acuerdo con la demandante, daría cuenta de que no existen razones de seguridad para establecer dicha obligación.
De acuerdo con Epic, las conductas de Apple cierran la competencia en los mercados de distribución de aplicaciones iOS y de procesamiento de pagos dentro de aplicaciones iOS; afectan un volumen sustancial del comercio en dichos mercados y causan daños a (i) potenciales distribuidores de aplicaciones, (ii) potenciales procesadores de pago dentro de aplicaciones, (iii) desarrolladores y (iii) consumidores.
En el caso de potenciales distribuidores de aplicaciones y procesadores de pago, Epic señala que, mediante sus conductas, Apple impide que estos compitan en el mercado. A juicio de la demandante, estos actores podrían brindar mayores opciones tanto a consumidores como a desarrolladores e incentivar la innovación, la calidad de los servicios y precios mas bajos.
Respecto a los desarrolladores, Epic argumenta que no pueden decidir sobre el mejor lugar para distribuir sus aplicaciones ni el medio de pago que desean utilizar, además, ven incrementados sus costos debido a la comisión del 30% que cobra Apple.
Por último, los consumidores también se ven perjudicados. De acuerdo con Epic, las conductas de Apple restringen las alternativas de los usuarios forzándolos a utilizar su App Store y sistema de pago, los priva de alternativas innovadoras que podrían generarse en caso de existir competencia e incrementan los precios que deben pagar.
Epic busca la imposición de un remedio que exija a Apple permitir la instalación de tiendas de aplicaciones de terceros y el uso de otros sistemas de pagos en sus aparatos iOS.
En concreto, Epic pide al Tribunal que le prohíba a Apple realizar las conductas anticompetitivas antes descritas y le exija adoptar todas las medidas necesarias para cesar sus conductas ilícitas y reestablecer la competencia.
El resultado del juicio podría tener importantes consecuencias para el modelo de negocios de Apple. La victoria de Epic podría significar que los desarrolladores de aplicaciones puedan eludir el 30% de comisión cobrado por Apple en la venta de contenido digital en iOS, lo que podría reformar el multibillonario mercado de distribución de aplicaciones en aparatos móviles.
Por otro lado, la derrota de Apple probablemente robustezca la arremetida antimonopolios en contra de la gigante tecnológica. En Estados Unidos, reguladores estatales y federales se encuentran investigando la App Store de Apple, mientras que la Comisión Europea publicó a fines del mes pasado su pliego de cargos en contra de la compañía (ver nota CeCo, aquí). Además, podría beneficiar a Epic en su próximo juicio contra Google, el cual será decidido por la misma jueza federal.
Demanda contra Apple – Ver aquí
Demanda contra Google – Ver aquí