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Plataformas y Ecosistemas: Solucionando fallas de mercado (y creando otras nuevas)

31.12.2024
CeCo Chile
7 minutos
Claves
  • Revisamos un artículo de Jacobides, Cennamo y Gawer, titulado “Externalities and Complementarities in Platforms and Ecosystems: From Structural Solutions to Endogenous Failures”.
  • En parte, el éxito de las plataformas y ecosistemas digitales se explica por las fallas de mercado que estas resuelven (como las externalidades).
  • Sin embargo, los autores identifican fallas inherentes en plataformas y ecosistemas, tales como problemas de coordinación (fallas funcionales) y distribución inequitativa del valor (fallas distributivas), que, a su vez, afectan la eficiencia y participación en los mercados.
Keys
  • We reviewed an article by Jacobides, Cennamo, and Gawer, titled “Externalities and Complementarities in Platforms and Ecosystems: From Structural Solutions to Endogenous Failures.”
  • Part of the success of digital platforms and ecosystems is explained by the market failures they address (such as externalities).
  • However, inherent failures in platforms and ecosystems are identified, such as coordination issues (functional failures) and inequitable value distribution (distributive failures), which, in turn, affect efficiency and participation.

En 2021, Ioannis Lianos y Michael G. Jacobides destacaron la necesidad de desarrollar una teoría sobre las fallas de ecosistemas digitales, similar a la de fallas de mercado. Tres años después, esa teoría ya ha tomado forma. Esta nota revisa el artículo de los académicos Jacobides, Cennamo y Gawer, titulado “Externalities and Complementarities in Platforms and Ecosystems: From Structural Solutions to Endogenous Failures”, en el que se explora cómo las plataformas y los ecosistemas logran resolver fallas de mercado específicas, a la vez que generan otro tipo de fallas.

Plataformas y Ecosistemas: Un Matrimonio por Conveniencia

Los términos plataformas y ecosistemas se utilizan con frecuencia de manera indistinta y, en ocasiones, confusa. Sin embargo, es crucial comprender y diferenciar ambos conceptos para identificar con precisión los problemas que ellas solucionan (y los nuevos problemas que pueden generar).

A pesar de que estos términos ya han sido definidos anteriormente (ver notas CeCo: Plataformas digitales: dificultades en la definición del mercado relevante y poder de mercado y Hablando de “ecosistemas” en libre competencia con Lianos y Jacobides), los autores buscan profundizar en las características y diferencias claves entre plataformas y ecosistemas, así como en la integración de ambas estructuras. Esto, con el fin de ofrecer una comprensión más amplia de las nuevas formas de organización económica.

En este contexto, según los autores, las plataformas son arquitecturas modulares que facilitan la producción y el intercambio de valor a través de estructuras tecnológicas. Por consiguiente, los autores clasifican las plataformas en dos categorías: (i) de innovación y (ii) de transacción. Las plataformas de innovación, como Apple iOS, ofrecen una base tecnológica sobre la cual terceros pueden desarrollar nuevos productos, impulsando el avance tecnológico. Por otro lado, las plataformas de transacción, que funcionan como mercados de dos lados, conectan directamente a diferentes tipos de usuarios facilitando transacciones entre ellos mediante efectos de red indirectos (es lo que hace Uber conectando conductores con pasajeros).

Por otra parte, los ecosistemas son arquitecturas de valor interorganizacional basadas en relaciones de colaboración co-especializadas. Estos se caracterizan por tener estructuras de alineación que permiten a múltiples actores coordinarse para ofrecer una propuesta de valor conjunta al consumidor final. La clave de los ecosistemas es la relación de complementariedad entre los participantes, cuyas contribuciones son interdependientes y específicas (no genéricas). Un ejemplo es el ecosistema de Apple, que integra productos como el iPhone, iPad y Mac con servicios como iCloud y Apple Music —ecosistema multiproducto— y también incluye a diversos actores que generan complementos para sus productos, como los desarrolladores de apps para iOS (ecosistema multiactor).

Los autores destacan que, aunque las plataformas y los ecosistemas han recibido tratamiento académico diferenciado, en la práctica están estrechamente entrelazadas. Una plataforma suele implicar un ecosistema, y un ecosistema a menudo se apoya en una plataforma, formando un «ecosistema de plataforma». Es como un matrimonio por conveniencia, donde cada uno aporta fortalezas complementarias al otro: mientras las plataformas proporcionan la infraestructura tecnológica que permite la interacción entre los participantes, los ecosistemas facilitan la colaboración y alineación entre múltiples actores para crear valor conjunto.

Soluciones estructurales a las externalidades

Para comprender el valor agregado de las plataformas y los ecosistemas digitales, los autores analizan las externalidades y fallas de mercado exógenas que estas arquitecturas logran resolver. En este sentido, identifican distintas soluciones estructurales asociadas a las plataformas de transacción, plataformas de innovación y ecosistemas (en la tabla 1 del artículo se muestra un cuadro comparativo que profundiza en aquello).

Los autores explican que las plataformas de transacción enfrentan externalidades como los efectos de red indirectos, donde la decisión de un usuario de adoptar una plataforma afecta a los otros usuarios (sin que esta interdependencia sea considerada por los usuarios). Esto conduce a fallas de mercado, tales como la determinación de precios subóptimos y niveles de adopción de la plataforma subóptimos. Pues bien, las plataformas digitales internalizan dichas externalidades y resuelven fallas de emparejamiento (matching) al conectar a las partes que se benefician mutuamente (sea a un mismo lado del mercado, a ambos).

Por su parte, las plataformas de innovación, basadas en tecnologías modulares, facilitan la producción e integración de innovaciones complementarias. Este tipo de plataformas abordan la externalidad conocida como “derrames tecnológicos” (i.e., cuando la innovación de un actor beneficia a otros), ofreciendo como solución la compatibilidad entre la plataforma y módulos interdependientes a través de una interfaz digital (especialmente en el caso de las plataformas abiertas). Por ejemplo, la creación del sistema de pagos Google Pay impulsó el desarrollo de aplicaciones complementarias para Android, como sistemas de lealtad y cupones digitales, fomentando un ciclo de innovaciones basado en esta tecnología.

Asimismo, los autores señalan que los ecosistemas abordan externalidades derivadas de la necesidad de cooperación para inversiones co-especializadas. Esta falla de mercado consiste en que, cuando los actores se enfocan únicamente en sus propios componentes, pueden subestimar el impacto sistémico de sus decisiones, lo que lleva a inversiones subóptimas y fallas de coordinación en la creación conjunta de valor (por ejemplo, en el ecosistema de Android, si un fabricante no adapta bien su hardware, las apps pueden funcionar mal y afectar la experiencia del usuario). Ante esto, los ecosistemas proporcionan una arquitectura que estructura las relaciones entre complementadores para internalizar estas externalidades de cooperación. De este modo, se minimizan los costos de cooperar y se superan cuellos de botella en la innovación.

Tabla 1: Comparación de plataformas de innovación, plataformas de transacción y ecosistemas

AspectoPlataformas de innovaciónPlataformas de transacciónEcosistemas empresariales
ConceptualizaciónArquitecturas modulares que facilitan la producción, integración y extensión de la innovación.Estructuras de mercado multilateral que facilitan el emparejamiento y el intercambio de valor.Relaciones colaborativas que facilitan la creación conjunta de valor y una propuesta conjunta para los clientes.
Naturaleza de externalidadesDerrames de innovación que afectan positiva o negativamente la capacidad de innovación de otros.Externalidades de consumo que generan beneficios o costos no compensados para otros actores.Externalidades de cooperación que impactan el valor total generado a través del esfuerzo colaborativo.
Falla abordadaFalta de incentivos para invertir en componentes y complementos necesarios para un sistema de innovación eficaz.Falta de incentivos para participar en transacciones debido a problemas de coordinación.Cuellos de botella por falta de cooperación o inversión en componentes críticos para soluciones integradas.
Solución estructuralCoordinación de problemas tecnológicos: interoperabilidad, integración, estándares e intercambio de conocimiento.Coordinación de problemas de consumo: costos de transacción, asimetrías de información y emparejamiento eficiente.Coordinación de problemas colaborativos: co-especialización, cuellos de botella en innovación y soluciones integradas.

Fuente: Resumen de la Tabla N°2 del artículo de Jacobides, Cennamo, & Gawer, 2024, p. 6.

El lado oscuro de las plataformas y ecosistemas

Hasta aquí, se ha visto cómo las plataformas y los ecosistemas ofrecen soluciones eficientes a problemas estructurales. Sin embargo, estos sistemas también presentan desafíos que pueden conducir a fallas en su arquitectura de valor. En este contexto, los autores sostienen que los mismos atributos que generan soluciones pueden imponer costos que desincentivan la participación de actores clave y afectan la funcionalidad del sistema. En particular, se identifican dos fallas inherentes a estas tecnologías: (i) fallas funcionales y (ii) fallas distributivas.

Las fallas funcionales ocurren cuando la plataforma o el ecosistema no logra crear el valor conjunto esperado debido a problemas operativos o de coordinación. Esto puede deberse a la incapacidad del organizador para ofrecer interfaces estables o a la falta de adhesión de los complementadores a estándares comunes. Fenómenos como bifurcaciones (forking) y fragmentaciones reducen la interoperabilidad, afectando negativamente la propuesta de valor para el usuario final y limitando la innovación (por ejemplo, la fragmentación que ha sufrido el sistema operativo Android ha complicado el desarrollo de apps compatibles con todos los dispositivos).

Por otro lado, las fallas distributivas se manifiestan cuando existe una distribución inequitativa del valor generado por la plataforma o el ecosistema, con ciertos actores capturando menos de lo que corresponde a su contribución. Esto suele ocurrir cuando los propietarios de la plataforma explotan su posición de poder para obtener beneficios desproporcionados. Como resultado, se generan tensiones entre los participantes y se socava la confianza en el sistema, lo que puede llevar a una menor inversión y participación de los complementadores (por ejemplo, en la App Store, algunos desarrolladores critican las elevadas comisiones  que cobra Apple, ya que reducen sus márgenes de ganancia y desincentivan la creación de nuevas apps)(ver columna de A. Ribera y nota CeCo “Especial Concurrences Awards: Efectos de regular la dualidad de las plataformas (A. Hagiu, T-H Teh y J. Wright)”).

Estas fallas están interrelacionadas, ya que una distribución injusta del valor puede derivar en problemas funcionales al desincentivar la colaboración y la inversión. Para abordar estos desafíos, los autores consideran esencial implementar una gobernanza efectiva que equilibre las tensiones entre los actores y promueva la equidad y cooperación. Además, la autorregulación, junto con regulaciones externas adaptadas a las características de las plataformas y ecosistemas, puede prevenir abusos de poder y asegurar un funcionamiento eficiente y justo, beneficiando tanto a los participantes como al usuario final.

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