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El pasado 25 de agosto de este año, las empresas “X Corp” (previamente, Twitter) y X.AI LLC, ambas lideradas por Elon Musk, demandaron ante la Corte del Distrito de Texas a las empresas Apple y OpenAI, por conductas anticompetitivas tanto en el mercado de smartphones como en el de Inteligencia Artificial Generativa (“IAG”).
La demanda alega infracciones a la Sherman Act, tanto a su Sección 1 (por acuerdo anticompetitivo) como a su Sección 2 (por monopolización e intento de monopolización). La conducta demandada corresponde a un acuerdo de exclusividad a través del cual Apple integraría los servicios de ChatGPT —el chatbot de IAG de OpenAI— dentro de su sistema operativo (iOS).
La demanda señala que el acuerdo inhibiría la competencia en los dos mercados previamente señalados, y consolidaría la posición de dominio que tendrían ambas empresas en sus respectivos mercados (Apple en smartphones y OpenAI en IAG). Esto, en la medida que el acuerdo: (i) otorgaría a OpenAI un acceso exclusivo a los prompts (instrucciones o conversaciones) de los usuarios de iPhone, y (ii) le permitiría Apple dificultar el desarrollo de “super-apps” por parte de empresas de IAG (las que, en principio, serían una amenaza disruptiva para el mercado de hardware de smartphones).
En este sentido, los demandantes solicitan la prohibición del acuerdo y futuros arreglos similares, además de una compensación monetaria (incluyendo daños punitivos), y cualquier otra medida que la Corte determine como necesaria.
De acuerdo con la demanda, la conducta tendría efectos tanto en el mercado de smartphones como en el de la IAG.
En el primero, Apple aparece como actor dominante. Según la demanda, Apple controla alrededor del 65% del mercado de smartphones en EE.UU., con un poder reforzado por fuertes efectos de red (como sus aplicaciones iMessage y FaceTime), altos costos de cambio para los consumidores y barreras de entrada. Estos elementos habrían expulsado a competidores bien capitalizados como Amazon, Microsoft y LG del mercado de smartphones. Este control le habría permitido a Apple mantener precios supra-competitivos y utilizar su ecosistema cerrado (App Store y iOS) para consolidar o “atrincherar” su posición (ver nota CeCo: “Spotify v. Apple: La dura sanción de la Comisión Europea”)
En el mercado de IAG, la demandante apunta a OpenAI como el jugador con posición de dominio. Desde el lanzamiento de ChatGPT en 2022, la compañía ha alcanzado una participación de mercado estimada superior al 80%, con alrededor de 700 millones de usuarios activos semanales. El crecimiento meteórico de ChatGPT, alimentado por efectos de escala y retroalimentación de los datos que recopila (feedback loop), habría creado una ventaja difícil de replicar para rivales. En este sentido, la demanda señala que el chatbot de IAG desarrollado por X.AI, Grok, tendría una buena evaluación y desempeño, mas no superaría apenas un par de puntos de participación, tal como ocurriría con el resto de los competidores (como Perplexity y Gemini, entre otros).
En junio de 2024, las demandadas habrían anunciado un acuerdo: Apple integraría ChatGPT a su iOS, de forma exclusiva, dejando así de lado a otros chatbots, como los de Google (Gemini) o X (Grok), los cuales habrían intentado formar parte del ecosistema de Apple.
La naturaleza del acuerdo implica que ChatGPT sería el único chatbot con una integración “first party”, con lo cual habría algunas tareas para los usuarios de iPhone que solo se podrían realizar usando este asistente. Parte de estas tareas, detalla la demanda, incluirían: conversaciones con Siri (el asistente de voz de Apple) apoyadas con IA, cruce de información de la cámara del iPhone con información sobre los lugares que captura, o también el uso de herramientas de escritura de Apple apoyado con IA.
Fuente: Demanda, p. 19 (Figura 1)
Ahora bien, esto no implica que los usuarios de los smartphones Apple no tengan acceso a chatbots distintos de ChatGPT para otros usos (por ejemplo, los usuarios podrían simplemente descargar la aplicación respectiva de cada uno a través de la App Store). Sin embargo, la demanda también alega que Apple habría manipulado artificialmente las listas de rankings en su App Store para priorizar a ChatGPT. Al respecto, dentro de esta tienda habría dos listas: “Top Picks”, la cual se rige por una lógica de descargas y otras métricas de rendimiento, y la lista “Must Have”, la cual, según los demandantes, es elaborada de forma arbitraria por Apple.
En este sentido, la demanda señala cómo sus aplicaciones móviles, Grok y X, se encuentran en el puesto número 2 de la lista de “Productividad” y en el puesto número 1 en la lista de “Noticias” para la lista de “Top Picks”, pero que, sin embargo, no figuran dentro del top 11 de la lista de “Must Have” de Apple. Más aún, exponen que, en esta última lista, habría aplicaciones que se encuentra por debajo de aquellas de las demandantes en sus respectivas categorías de “Top Picks”. De la misma manera, señalan que ChatGPT es la única dentro de todos los chatbots que se encuentra en esa lista.
Fuente: Demanda, p. 24 (Figura 5)
Así, los demandantes señalan que este acuerdo no proporciona la misma funcionalidad, usabilidad, integración o acceso a prompts para competidores de OpenAI.
Ahora bien, ¿por qué a los demandantes les interesa que su chatbot, Grok, sea incluido dentro del iOS y App Store de Apple? La demanda afirma que, producto del acuerdo, ChatGPT pasó a ser el único chatbot que se benefició de los miles de millones de prompts originados en estos dispositivos, dificultando que sus competidores escalen e innoven. El método para mejorar estas herramientas recae, precisamente, en el entrenamiento usando los prompts como insumo, por lo que habría efectos de red significativos a la hora de mejorar el servicio.
En esta misma línea, los demandantes señalan que, durante el año 2024, las solicitudes diarias a Siri ascendieron a 1.500 millones, lo cual supera el total de prompts generados para chatbots de IAG durante la totalidad del mismo año. De este modo, el acuerdo entre Apple y OpenAI le otorgaría a esta última alrededor del 55% de todos los prompts potenciales del mercado.En palabras de Nick Turley (director de ChatGPT), citadas en la demanda: “a más personas que usen ChatGPT, especialmente para usos de nicho, más capaces seremos de mejorarlo”. Asimismo, la demanda cita un post de un blog de un funcionario de la FTC, donde se afirma que “los efectos de red de un chatbot de IA generativa pueden sobrecargar las habilidades e incentivos de una empresa para ejecutar métodos injustos para la competencia”.
En este sentido, la demanda afirma que OpenAI suele cobrar por la inclusión de sus servicios a las plataformas o interfaces de empresas como Apple, sin embargo, respecto de Apple lo hicieron de forma gratuita. En otras palabras, el acceso a estos prompts es tan valioso para ChatGPT que OpenAI está dispuesto a sacrificar ganancias en el corto plazo.
Los demandantes señalan que no habría razones, ni técnicas ni competitivas, para que Apple haya otorgado exclusividad para ofrecer sus servicios de chatbot IAG a OpenAI.
En estos términos, los efectos de la conducta serían exclusorios respecto a los desarrolladores de IAG. Además, la demanda también alega la afectación a los consumidores, específicamente a los usuarios de smartphones Apple, los que perderían la libertad de elegir entre los distintos chatbots de IAG existentes en el mercado, quedando cautivos de uno en particular (para un argumento similar, ver columna sobre la sanción de la Comisión Europea en contra de Apple y daños no-monetarios).
Los demandantes también señalan que esta conducta tendría efectos sobre la innovación, pues en ausencia de este acuerdo, los distintos proveedores de IAG podrían competir para brindar nuevas funcionalidades a la interfaz de iOS (por ejemplo, añadiendo elementos a la funcionalidad con Siri).
Además de los beneficios que el acuerdo reportaría para OpenAI, la demanda también se refiere a las ventajas competitivas que obtendría Apple del acuerdo. En efecto, este le serviría a Apple para frenar el crecimiento y desarrollo de la IAG, que sería una tecnología disruptiva (y competidora)respecto a su producto estrella: el iPhone.
En este sentido, de acuerdo con la demanda, la IAG constituye una seria amenaza competitiva para el mercado de los smartphones, pues podría reducir la dependencia de usuarios al iPhone. En efecto, dentro las funcionalidades que entregan estos dispositivos, habría varias que se podrían conseguir a través de un chatbot de IAG (por ejemplo, revisar el clima, acceder a información, seguir eventos actuales, obtener direcciones, editar imágenes, seguir precios de stocks).
En esta línea, la demanda sugiere que el desarrollo de la IAG prolifera la creación de las “super apps”, las cuales combinan funciones adicionales ofrecidas por smartphones, como servicios bancarios, mensajería o videojuegos, dentro de una única plataforma. En este sentido, estas aplicaciones permitirían reducir los costos de cambio asociados a los smartphones, ya que serían capaces de recaer en las aplicaciones (que serían transferibles entre dispositivos) y no en los dispositivos en sí. En otras palabras, las super-apps pondrían el foco de la decisión del consumidor en el software y no en el hardware.
Asimismo, los demandantes señalan que Apple estaría “atrasado” en el mercado de IAG: no reaccionó cuando ChatGPT fue lanzando en 2022 y en 2024 lanzó su primer avance, Apple Intelligence, sin todavía tener un propio chatbot desarrollado.
De este modo, considerando que Apple sustenta más de la mitad de sus ventas en el iPhone, los demandantes sugieren que una pérdida de relevancia de este producto en el mercado tendría consecuencias severas para el modelo de negocios de la empresa.
*Al momento de la redacción de esta nota, las demandadas no han realizado comentarios sobre la demanda. Las traducciones al español de las citas de la demanda son del autor.